Y es así como un año lleno de alegrías y tristezas, ilusiones y desilusiones, sueños y realidades, esperanzas y desesperanzas, éxitos y fracasos, amores y desamores, momentos de valor y momentos de miedo se aproxima a su fin.
Hoy, una vez más pero 365 días después, a llegado el momento de las famosísimas fiestas, reflexiones y propósitos, al igual que del texto de fin de año, que ya se ha hecho para mí una costumbre hacerles llegar en estas fechas.
Este año muchas personas han entrado en este correo, así como otras pocas han salido de él. Pero la verdad al final de esta historia nadie se va. Todos los que por azares del destino, coincidencia o casualidad llegan a nuestras vidas se quedan para siempre, ya sea de forma presencial o bien en el recuerdo del corazón y de una u otra manera nunca se marcharán.
“Estoy seguro de que éste será un año para recordar”, al menos eso fue lo que dije el año pasado, y al día de hoy ¿alguien se atreve a alzar la mano y negarlo?
Para mi definitivamente lo fue, no de la manera que yo hubiese querido, pero lo fue. Tal vez podría decir que ha sido uno de los años más intensos de mí existir y es curioso como a veces parece que pasamos años sin vivir en lo absoluto y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
Siendo sincero, estos últimos 365 días tuvieron de todo, realmente me refiero a DE TODO y me gustaría que cada uno de ustedes tome el nombre alguno de los siguientes momentos que me tocó compartir a su lado.
En mí 2010 existieron momentos de mucha, muchísima FELICIDAD, se atravesaron DIAS Y NOCHES DE FIESTA y eventualmente se presentaron muy buenas noticias en forma de OPORTUNIDADES y TRABAJO. En su momento llegaron otros tantos días muy tristes grises y lluviosos, y sin quererlo un rayito de sol ILUMINÓ MI CAMINO disipando un poco las nubes que inundaban las cosas por aquí y en un muy divertido gesto la vida me regaló frente a frente UNA TARDE CON LA LOCURA.
Este año pague mi cuota de TERAPIA y me toco ser TERAPEADO. Fueron días llenos de PLOMO Y PINTURA, así como tardes de PELICULA y en algún olvidado cajón encontré mis DADOS que al parecer los tenía perdidos. Hubo más momentos de timbiriche, cumbias y esas cosas de BODAS Y CASAMIENTOS de los que creí podría soportar en tan corto periodo de tiempo, al igual que jamás creí podría comer tantas ALITAS, PIZZAS y CERVEZAS en una sola vida.
Algunos VIAJES se cruzaron en mi camino, así como momentos de intensa REFLEXIÓN ya fuera al calor de un buen CAFÉ, acortando las distancias por medio de algún CHAT o sentados en un par de cómodos sillones, pero sobre todo hubo FAMILIA y no me refiero solo a aquellos seres que adoro con los que comparto sangre, sino a MI OTRA FAMILIA con los que comparto un pedazo de mi alma y que definitivamente estuvieron aquí alentándome, apoyándome, queriéndome y cuidándome en esos momentos en los que tropecé y sentí que ya no podía levantarme.
He de reconocer que este año por primera vez en mi vida tuve miedo. Y no me refiero al típico “tengo miedo”, sino que temí que no tener la fuerza necesaria y dudé. Dudé al grado de creer que no era lo suficientemente bueno para convertir mis sueños en realidad, pero ustedes me ayudaron a encontrar el valor requerido para levantarme otra vez y ahora entiendo que teniéndolos en mi vida siempre podré levantarme cuantas veces sea necesario.
Después de todo esto entendí que sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar
El temor destruye, hunde, controla. Ustedes, ¿a qué le temen?
Algunas personas le tienen miedo a la violencia, que últimamente se ha hecho tan cotidiana en el día a día de las calles de nuestras ciudades. Otros tantos le temen al quedarse sin trabajo, a la falta de fluidez, a las deudas, a perder el estilo de vida del que gozan, a estancarse, a no poder salir adelante. Muchos otros de seguro le temen a la muerte, propia o de algún ser querido, o por lo menos le han de tener miedo a los fantasmas, las cucarachas, el fin del mundo o tal vez pánico a que saquen otra temporada más de la academia.
¿Y que me dicen del miedo a la soledad, al éxito, al amor, a la felicidad?
Si tan solo entendiéramos que en el fondo nunca estamos más solos de lo que realmente queremos estar, que todos tenemos derecho a saborear la victoria o el éxito en nuestras vidas y que deberíamos de dejar de sabotearnos una y otra vez siempre que las cosas van bien. O que tal dejar de inventarnos cuentos crueles sobre la falsedad del amor, cuya reputación esta tan desgastada y fuera de moda, al igual que la felicidad parece ser solo un truco mercadotécnico en nuestros días.
¿Por qué entregarle al miedo, ese depredador cruel y voraz que habita dentro de nosotros, las mejores cosas de nuestras vidas?
Ese miedo que continuamente nos paraliza y tortura no es alimentado por nadie más que por nosotros mismos. Y de verdad no entiendo por qué nos esforzamos en buscarle siempre los mejores platillos para intentar saciar inútilmente su apetito. De entre todas las noticias, comentarios o pensamientos nos esforzamos por elegir los peores para alimentarlo, pues son sus manjares preferidos, y es peor aún, cuando no tenemos con que alimentar al monstruo e inventamos febrilmente algo que darle.
El miedo no es más que una reacción instintiva, entrenada y arraigada desde nuestra infancia ante diferentes eventualidades que se presentan, o imaginamos se presentarán en algún momento. En realidad tan solo le tememos a todo aquello que no hemos logrado dominar por completo, a lo que le entregamos el poder y control sobre nosotros, a aquello que no conocemos en su totalidad, a esas cosas que no logramos comprender.
La buena y la mala noticia es que el miedo tan solo es algo que habita en nuestras mentes y que podemos sacarlo de ahí “cuando queramos”, mas sería mas correcto decir cuando nos decidamos.
Dejemos los miedos del pasado en el pasado ¿Alguna vez se han dado cuenta que aquellas que parecen ser las peores situaciones en sus vidas resultan convertirse en algunas de las mejores experiencias que han tenido?
Pues yo los invito a olvidarnos del miedo este 2011 que esta por empezar y atrévamonos a ir más allá de lo que nunca hemos llegado, atrevámonos a ser felices, a amar intensamente, a permitirnos ser amados, arriesguémonos por uno o mil sueños, peleemos por una creencia, en una de esas, no pasa que lo logremos. Al final la vida es una aventura, y solo una; desafíenla, vénzanla, vivan sin excusas y amen sin remordimientos. La vida es demasiado corta para vivir con miedos o despertar con remordimientos, por ello:
Ama a aquellos que te tratan bien y olvida a aquellos que no lo hacen. Cree firmemente que todo pasa por una razón. Sí la vida te regala una segunda oportunidad agárrala con ambas manos, y sí ésta cambia tu vida, permíteselo.
Nadie dijo que no habría sufrimiento, pero si advirtieron que podrías ser feliz.
Nadie nos mostró cómo vivir el día a día, mas advirtieron que existirían tropiezos.
Nadie dijo que vivir sería fácil, tan solo prometieron que valdría la pena.
Para terminar este año, quisiera pedirte una muy sincera disculpa desde el fondo de mi corazón si algún día el tono de mis contestaciones fue muy alto, por no haber podido estar ahí en todos los momentos de necesidad, por no haber sabido escuchar el grito de tu silencio o no haber encontrado el consejo más adecuado que darte. Pero también quiero darte las gracias con toda mi alma por haber estado a mi lado este año y por haber compartido tantos días conmigo, pero sobre todo por ser parte del pegamento que me ayudo a juntar las piezas de mi alma, que sentí se rompía y que pensé no podría volver a armar. Gracias a ti pude reencontrarme y recordé lo que significa ser quien soy y eso es algo que tal vez nunca encuentre como pagarte más buscaré la manera de demostrarte eternamente mi agradecimiento.
A mi familia GRACIAS por su infinito cariño y apoyo, por estar siempre al pendiente.
A mis primitos GRACIAS por regalarme tantas sonrisas desinteresadas cuando yo ya no podía ni fingir una.
A las personas con quien trabajo GRACIAS por abrirme las puertas de esta forma y por la confianza, realmente me hacen sentir como en casa.
A todos los recién llegados GRACIAS por darme la oportunidad de entrar en sus vidas y bienvenidos a mi vida.
A todos los que se fueron GRACIAS por compartir un pedazo de sus vidas conmigo, nunca los olvidaré.
A mis amigos(as) GRACIAS por ayudarme a recordar quien soy y de que soy capaz, no me dejen volver a olvidarlo.
A todos GRACIAS por los abrazos, las palabras, la atención y el tiempo que me regalaron este año. GRACIAS a ustedes hoy estoy más vivo que nunca.
No tengan miedo, mientras haya amor en sus vidas, lo demás realmente no tiene gran relevancia.
Teniendolos en mi vida, yo ya no tengo nada que temer, pues la vida vale la pena ser vivida cuando se comparte con personas como ustedes.
Este año otra vez quiero desearles lo suficiente en sus vidas para este 2011.
"Les deseo que tengan suficiente sol para mantener su espíritu brillante",
"Les deseo suficiente lluvia para que aprecien aún más el sol",
"Les deseo suficiente felicidad para que su alma esté viva"
"Les deseo suficiente dolor para que las pequeñas alegrías de la vida
parezcan más grandes"
"Les deseo que tengan suficientes ganancias que satisfagan sus necesidades"
"Les deseo suficientes pérdidas para que aprecien todo lo que poseen."
"Les deseo suficientes bienvenidas para que logren soportar las despedidas".
"Les deseo suficiente lluvia para que aprecien aún más el sol",
"Les deseo suficiente felicidad para que su alma esté viva"
"Les deseo suficiente dolor para que las pequeñas alegrías de la vida
parezcan más grandes"
"Les deseo que tengan suficientes ganancias que satisfagan sus necesidades"
"Les deseo suficientes pérdidas para que aprecien todo lo que poseen."
"Les deseo suficientes bienvenidas para que logren soportar las despedidas".
Felices Fiestas y 2011